Los humidificadores están diseñados solo para agua. Cuando le pones aceites (como el de cannabis), puedes dañar el aparato o hacer que se formen residuos que afecten la calidad del aire que respiras.
Además, al calentar o esparcir aceite de cannabis de esta forma, no se controla la dosis ni los efectos. No es lo mismo que usar un vaporizador especial para cannabis, que sí está hecho para eso.
También hay un tema de seguridad. Algunos aceites pueden causar irritación en los pulmones o provocar reacciones si hay niños, mascotas o personas con condiciones respiratorias en casa.